RETO
¿Quién
podría culparme por amar imposibles? Cuando todo lo posible me llenó de
abandono y mostró la fragilidad desventurada de un alma, que sólo quiso amar.
¿Quién
podría juzgarme por intentarlo?
¿Quién
podría culparme por amar imposibles? Cuando es lo único tangible en este mundo de
fantasía y oferta que nos separa de familia, amigos, momentos y sueños.
¿Quién
podría juzgarme por intentarlo? Tal vez… el primero en culparme y juzgarme: sea
quien dispone en público el mar de emociones, experiencias, éxitos y fracasos, en
busca desesperada de aceptación y apoyo.
Tal
vez, el primero en culparme y juzgarme: sea quien oculta su fe en las ciencias,
desesperados por comprender la magnificencia de lo improbable.
Tal
vez, el primero en culparme y juzgarme: sea quien oculte sus miedos en
creencias importadas, desesperados por ignorar la magnificencia de lo probable.
Tal
vez, el primero en culparme y juzgarme: sea yo mismo, pues… ¿Qué tan lejos
estoy, de quienes publican su vida, buscan respuestas y ocultan sus temores?
¿Quién
podría culparme por amar imposibles? No… no creo en la existencia de un ser
capaz de juzgar o culparme, por aferrar mi alma en amar imposibles.
¿Quién
podría juzgarme por intentarlo?
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