jueves, 1 de octubre de 2015

HAYA O NO HAYA MAR

               No estoy en contra de las negociaciones con Bolivia acerca de una salida al Pacífico; aunque no soberana. Y es ese concepto el que mantendrá el conflicto por largos años: sea que Chile logré ganar en la corte internacional o no.
               La razón de esta afirmación es simple de explicar y es en comprender que Bolivia no pretende una negociación; entendiendo que en una negociación ambas partes interesadas deben ceder en algún aspecto de su petitorio y definitivamente, Bolivia no espera ceder en nada. Y no es una cuestión de percepción antojadiza por mi parte, es simplemente una cuestión de interpretación tras leer un documento redactado por la misma Bolivia y que no es de difícil acceso, ya que es la “Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia”.
               Alguien que pretende negociar entiende que, en el transcurso de la negociación, ha de perder algo; sin embargo: la posición de Bolivia hasta el momento es del todo o nada; pese a las palabras del ex presidente Boliviano Carlos Mesa acerca de una eventual negociación: "Ese es un paso que tiene que darse sobre una fase fundamental: que los dos países lleguen sin precondiciones y sin preconceptos" (http://www.emol.com/noticias/Internacional/2015/09/25/751524/Carlos-Mesa-Bolivia-esta-dispuesta-a-acatar-un-fallo-de-la-CIJ.html).
            Cómo te sientas a negociar cuando la propia constitución boliviana determina lo siguiente:

Título II
Órgano Ejecutivo
Capítulo primero: composición y atribuciones del órgano ejecutivo

20. Crear y habilitar puertos.

Título VIII Relaciones Internacionales, Fronteras, Integración y Reivindicación Marítima

Capítulo cuarto: reivindicación marítima

Artículo 267. I. El Estado boliviano declara su derecho irrenunciable e imprescriptible sobre el territorio que le dé acceso al océano Pacífico y su espacio marítimo.

II. La solución efectiva al diferendo marítimo a través de medios pacíficos y el ejercicio pleno de la soberanía sobre dicho territorio constituyen objetivos permanentes e irrenunciables del Estado boliviano.

Artículo 268. El desarrollo de los intereses marítimos, fluviales y lacustres, y de la marina mercante será prioridad del Estado, y su administración y protección será ejercida por la Armada Boliviana, de acuerdo con la ley.


               Ahora bien es cierto, Bolivia nos derroto en esta primera pasada en la Corte internacional y no sólo en el aspecto jurídico, si no: en el comunicacional. No es falso decir, que Chile no cuenta con el apoyo internacional que posee Bolivia; además nos las arreglamos para insultar a la corte llamándolos incompetentes y por si fuera poco, tras el fallo con Perú y ahora con Bolivia, Chile se muestra al “mundo” como el país que no quiere sentarse a negociar con un país vecinos; es decir, literalmente quedamos como los malos de la película.
               Dicho y reconociendo la derrota, no puedo dejar de mencionar que todo este espectáculo comunicacional y jurídico (que por cierto, es derecho del estado Boliviano… como también de Chile, de ser necesario) por parte del presidente Evo Morales y su famosa reivindicación le permite volver a postularse a presidente el año 2019 (http://www.elmostrador.cl/noticias/mundo/2015/09/26/tras-tenso-debate-morales-obtiene-una-nueva-victoria-y-logra-que-congreso-boliviano-apruebe-proyecto-para-su-posible-reeleccion/). De qué otra manera puedo leer esta ley propuesta por Representantes de los sindicatos obreros y campesinos: ¿tal vez como un reconocimiento por el trabajo realizado hasta ahora?, es posible; pero no dejo de pensar en el interés y aprovechamiento político de un sujeto que ya lleva tres periodos presidenciales.
               Tal vez de no existir intereses políticos y ambición de poder, estaría de acuerdo con la demanda reivindicatoria del presidente Evo Morales y el estado Boliviano; pero me resulta clara la nula intención de una verdadera reivindicación marítima, pues el caso presentado en la corte internacional, por su parte, es la de llevar a Chile a negociar y no la exigencia explicita de territorio. Es absurda la petición, pues la posición de Chile es clara al respecto y es: se puede negociar, pero no se entregara territorio chileno a Bolivia; además esta es una discusión que lleva mucho tiempo vigente y se ha transformado en un discurso nacionalista y que lleva a ambos pueblos al llamado mal patriotismo.
               Ambos países nos tienen, a los ciudadanos, recordando la guerra del pacífico: la forma en que se enseña en Bolivia, Chile y recordando a los “héroes” y contando muertos, para sentir (cada uno por su lado) que uno de los dos tiene mayor derecho sobre la tierra y el mar, que el otro. Debo admitirlo: la política internacional es bastante compleja y enredada, y honestamente: este tipo de situaciones termina por ser bastante agotador y más cuando las intenciones se alejan del romanticismo de lo reivindicatorio y se aterrizan al plano frio de la política y la estrategia en sí.  
               Tal vez: de no existir por escrito en la constitución boliviana la exigencia in-transable, acerca de la salida soberana, documento que condiciona la negociación, podría creer en la real intención de Bolivia en zanjar de una vez por todas esta discusión, que probablemente seguirá por muchos años más y tal vez, sea el mismo Evo Morales, de ser electo el año 2019, quien continué con la demanda.
               Muchos podrán pensar, al menos el que llegue a leer esto, que mis primeras palabras sobre la idea de negociar con Bolivia es sólo una postura  y que ha servido para actuar en favor de los intereses de Chile; claro, considerando la mirada que he propuesto acerca de Bolivia, Evo Morales y la demanda. Lo cierto es: que no son muchas las palabras que puedo destinar a mi propio país, Chile, en este caso.
Se debe considerar que Chile esta situación ha resultado perjudicial, en imagen, en comunicaciones y en política internacional. Ahora, si alguien puede ver los errores en política y comunicaciones internacionales, chileno, como algo beneficiosos para el país… que me lo explique, porque hasta el momento y por mucho que lo he pensado, no veo los beneficios.

               Para comenzar a cerrar: hubo un meme bastante realista, tras el fallo de la corte y la demanda de Bolivia, sintetizando lo que ocurrirá en cualquier caso y decía:

               -La Haya: Bolivia y Chile deben negociar.
               -Bolivia y Chile: Muy bien.
               -Bolivia: Queremos salida soberana al mar.
               -Chile: NO

               En fin, supongo que deberemos esperar el fallo de la corte internacional sobre la demanda Boliviana (que no creo sea a favor de Chile) y ver si por fin, los encomendados a representarnos en dicho tribunal comprenden que este caso no se gana simplemente con una buena base jurídica y mucho menos, faltando el respeto a quienes han de dar un veredicto.